Las sustancias que producen la lluvia ácida constituyen lo que llamamos polvo atmosférico, que no son más que las sustancias contaminantes contenidas en la atmósfera. Las combustiones de carbón y derivados del petróleo producen cantidades apreciables de óxidos de azufre y de nitrógeno que contaminan la atmosfera. En el caso del dióxido de azufre las emisiones naturales son muy escasas. En los óxidos de nitrógeno las emisiones naturales a la atmosfera son unas de veinte veces mayores que las producidas por los seres humanos. Las principales fuentes de polvo atmosférico son: ¿ La quema de combustibles fósiles. ¿ Algunas actividades industriales como la fabricación del cemento, la minería y el tratamiento de metales. ¿ Solares en construcción. ¿ Labores agrícolas. ¿ El tránsito de vehículos. ¿ Las carreteras sin asfaltar. ¿ Los incendios forestales. ¿ La erosión causada por el viento sobre los suelos secos y de escasa vegetación. Como sabemos, cuando un ácido y una base se combinan, se anulan entre sí hasta formar una sustancia neutra. La mezcla de las bases del polvo atmosférico con las gotas que lluvia ácida, además de neutralizar la lluvia ácida, genera cationes básicos que contribuyen a reducir la acidez que provoca en los suelos.
